Un absceso intraabdominal (AIA) es una colección
líquida infectada al interior de la cavidad abdominal.
Las causas más comunes son las perforaciones del tracto gastrointestinal,
complicaciones post operatorias, traumas penetrantes,
e infecciones del tracto genito urinario. Si bien el diagnóstico es básicamente clínico, la confirmación y localización de una colección intraabdominal se obtiene con la ayuda de
alguna técnica radiológica.
De los diferentes métodos imagenológicos la
placa de rayos- X orienta en forma indirecta en no
más de un 50% de los casos (ej: derrame pleural,
ascenso diafragmático, infiltrados basales o atelectasias.).
Un importante aporte fue la introducción del ultrasonido
en tiempo real, con una sensibilidad del 80% en el diagnóstico
de AIA. Sus limitantes son el meteorismo intestinal y
las incisiones quirúrgicas, siendo su vasta disponibilidad y
su bajo costo además de lo preciso de su diagnóstico
sus principales virtudes.
La tomografía axial computada (TAC) de abdomen
y pelvis en conjunto alcanzan una sensibilidad
y especificidad sobre el 95% de los casos. Un absceso
se aprecia como una colección líquida con un
coeficiente de atenuación que puede variar entro 0
y 20 unidades Hounsfield.
Otros métodos disponibles aunque menos utilizados
sea por costos, disponibilidad o difícil interpretación
son la resonancia nuclear magnética y la
medicina nuclear.
Dentro de las diferentes posibilidades terapéuticas
para el manejo de la colección intraabdominal
existen variadas opciones que básicamente se resumen
en el drenaje quirúrgico abierto “tradicional”
y el drenaje percutáneo guiado por alguna técnica
de visión radiológica contemporánea.
En la actualidad el drenaje quirúrgico debiera
de reservarse solo para aquellos casos en los cuales
el drenaje percutáneo es inapropiado o fue insatisfactorio.
En nuestra experiencia el drenaje percutáneo
de abscesos intraabdominales es un procedimiento
alternativo a la cirugía y al drenaje asistido
por visión ecotomográfica, con buen rendimiento
terapéutico y baja morbilidad.
En concordancia con la literatura extranjera
podemos concluir que el drenaje percutáneo asistido
por visión contemporánea bajo TAC es una técnica
segura y con buenos resultados, siempre teniendo
en consideración que el operador ha de ser
un individuo familiarizado con la técnica, la interpretación
de imágenes de TAC y conocedor acabado de la anatomía abdominal.
Finalmente es importante recalcar la trascendencia
del manejo posterior a la instalación del
catéter, que deberá seguir un protocolo preestablecido,
pues de esto, depende buena parte del
éxito de la técnica.
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